Múnich se prepara para una emergencia hídrica: ¿estamos a salvo?
Múnich garantiza su suministro de agua a pesar de la ola de calor con planes de emergencia y pozos de emergencia. Los expertos advierten sobre una inminente escasez de agua.

Múnich se prepara para una emergencia hídrica: ¿estamos a salvo?
La actual ola de calor está provocando acontecimientos preocupantes en Alemania, especialmente en Munich. Ya han entrado en vigor las primeras prohibiciones de extracción de agua y la asociación alemana de ciudades y municipios advierte de una creciente escasez de agua. El director general, André Berghegger, subraya que en caso de una grave escasez de agua, no se podrá utilizar agua para actividades de ocio. Los valientes habitantes de la ciudad se preguntan cómo afronta la metrópoli la inminente escasez de agua.
Para muchos habitantes de Munich la respuesta es tranquilizadora: la ciudad ha desarrollado un plan de emergencia bien pensado para el suministro de agua. alto T en línea Las empresas municipales son optimistas y actualmente no tienen preocupaciones sobre el suministro de agua potable. La mayor parte del agua potable de Múnich, alrededor del 80%, procede de los manantiales claros del valle de Mangfall, entre Miesbach y Rosenheim. Un depósito de agua adicional se extrae del Loisachtal entre Garmisch-Partenkirchen y Eschenlohe, y ambos manantiales llegan a la ciudad a través de un desnivel natural de unos 100 metros.
Estrategias de emergencia innovadoras
Según los servicios públicos municipales, la ciudad de Múnich ha actuado con previsión y apuesta por tres depósitos elevados en Kreuzpullach, Deisenhofen y Forstenrieder Park, que en conjunto pueden almacenar la impresionante cifra de 306 millones de litros de agua. Estos sistemas están diseñados para apoyarse entre sí. En caso de emergencia, hay pozos de emergencia disponibles de donde los ciudadanos pueden recoger agua. Las ubicaciones exactas de estos pozos se anunciarán si es necesario. Además, los pozos de emergencia son independientes de la red pública de agua y pueden funcionar tanto con bombas manuales como con motobombas eléctricas.
Para poder cubrir las necesidades de agua incluso en las horas punta, los servicios públicos municipales también utilizan la llanura de grava de Múnich como fuente de reserva. Cinco “plantas pico” pueden cubrir alrededor del 5% de la demanda y solo se activan en caso de picos de demanda o cortes. También es importante que los servicios municipales mencionen que quieren ampliar aún más las tecnologías y la infraestructura para garantizar el suministro y la calidad del agua para 2030.
El desafío de la escasez de agua
Sin embargo, la situación aún podría empeorar. Los expertos medioambientales advierten que en Munich las aguas subterráneas son cada vez más escasas y que el suministro de agua está en peligro. La crisis climática tiene un impacto enorme en el suministro de agua potable y el calor y la sequía aumentan el riesgo de incendios forestales en Baviera. Los glaciares que abastecen de agua a los alrededores podrían derretirse en los próximos 10 a 12 años. Mercurio señala que la lluvia que fluye hacia el sistema de alcantarillado dificulta la recarga de las aguas subterráneas, un claro ejemplo de los desafíos que enfrenta una ciudad densamente urbanizada.
El gobierno federal está respondiendo a estos alarmantes acontecimientos con la “Estrategia Nacional del Agua”. Esta estrategia, que fue adoptada el 15 de marzo de 2023, sienta las bases para una gestión sostenible de los recursos hídricos y fija objetivos ambiciosos para las próximas décadas. La eficiencia, la sostenibilidad y la gestión responsable son la prioridad para garantizar el acceso a agua potable de alta calidad en toda Alemania de aquí a 2050. Agencia Federal de Medio Ambiente Un total de 78 medidas del programa de acción se implementarán gradualmente hasta 2030.
En resumen: si bien Munich está actualmente bien posicionada, los desafíos de la escasez de agua y el calentamiento global requieren medidas a largo plazo para garantizar el suministro de agua potable en el futuro. La pelota está ahora en el tejado de la ciudad, de los ciudadanos y de los responsables de tener una buena mano en la gestión sostenible del agua.