Una vida entre periódicos y encuentros nocturnos: el repartidor de Ottobrunn
Milomir Žunić, repartidor de Ottobrunn, cuenta su día a día, sus desafíos y sus encuentros repartiendo periódicos.

Una vida entre periódicos y encuentros nocturnos: el repartidor de Ottobrunn
Milomir Žunić, un hombre de 49 años que trabaja desde hace 14 años en el Süddeutsche Zeitung, se ha adaptado bien a su trabajo como repartidor en Ottobrunn, cerca de Múnich. Lleva casi cuatro años dirigiendo el punto de distribución y ha experimentado los diversos aspectos de su trabajo. Mientras la oscuridad de la noche envuelve su trabajo, disfruta de la paz y la soledad que trae la entrega. “Nunca he tenido experiencias negativas en todos estos años”, dice Žunić y comparte con nosotros los encuentros con “locos” durante sus rondas nocturnas. Tuvo un encuentro particularmente extraño con una mujer ligera de ropa que le habló y, poco tiempo después, lo insultó sin comentarios.
Sin embargo, no se puede pasar por alto el lado oscuro de ser repartidor. El estrés elevado, la presión del tiempo y la necesidad de resistir a la intemperie forman parte del día a día del repartidor de periódicos. “El tiempo es a menudo impredecible, sólo hay que aguantar”, dice Žunić, y añade: “El día suele empezar alrededor de la 1 de la madrugada, luego se clasifica y a las 6 o 7 de la mañana tienes que entregar unos 200 periódicos”. A veces los clientes mayores se quejan de retrasos en las entregas, pero sobre todo recibe comentarios positivos, lo que le da un impulso adicional de motivación.
Tareas diversas y requisitos estrictos.
Sin embargo, trabajar como repartidor de periódicos es más complejo de lo que mucha gente piensa. Cómo verde informado, el empleador determina el horario de trabajo y los materiales necesarios para la entrega. Antes de comenzar a trabajar, los repartidores deben tener a mano materiales como un libro de territorio, llaves de entrada a las casas y ropa impermeable. También obtienes dos tipos de paquetes: los paquetes completos con una cantidad constante de periódicos y los paquetes superiores que incluyen copias adicionales los fines de semana y ocasiones especiales.
Clasificar, contar y documentar periódicos es una de las tareas más importantes. Como parte del proceso de trabajo, el personal de entrega también es responsable de esperar en caso de retraso en la entrega y procesar las quejas. A veces tienen que desplazarse por la ciudad, ya sea en coche, bicicleta o carrito de mano, para entregar los materiales. “A menudo es necesario volver a empaquetarlos en depósitos porque los periódicos son demasiado pesados para transportarlos todos a la vez”, explica Žunić, explicando el esfuerzo logístico detrás de la simple entrega de materiales de lectura diarios.
Una vida entre trabajo y familia.
Además del trabajo, Žunić tiene otra parte importante en su vida: su hijo de siete años, que vive con su exmujer. “No siempre es fácil, pero trato de ser un buen padre”, dice con mirada pensativa. Su tiempo libre lo dedica, entre otras cosas, a ver los partidos del club de fútbol “Sechzig München”, del que es un gran seguidor.
En general, la vida cotidiana de Milomir Žunić y sus colegas muestra que la profesión de repartidor de periódicos no sólo se caracteriza por los clichés que se escuchan a menudo. Es un trabajo exigente que exige mucho del personal de reparto. Pero a pesar de todos los desafíos, miran sus tareas con una sonrisa. “Siempre tienes la oportunidad de experimentar algo nuevo”, concluyó Žunić. Ya sean los encuentros extraños o las caras satisfechas de los lectores que esperan cada mañana los periódicos, hay algo para aquellos que están dispuestos a trabajar duro por la noche.