Nueve años después del atentado de la OEZ: Gisela Kollmann lucha por la memoria

Nueve años después del atentado de la OEZ: Gisela Kollmann lucha por la memoria

El recuerdo de un día trágico flota sobre el centro comercial Olympia (OEZ) de Múnich. Han pasado casi nueve años desde que un tiroteo el 22 de julio de 2016 acabó con la vida de nueve personas, entre ellas Guiliano Kollmann, de 19 años. Las profundas heridas que dejó este ataque terrorista de derecha todavía son perceptibles hoy entre quienes quedaron atrás. “Tenemos el corazón destrozado”, así describe Gisela Kollmann la inconmensurable pérdida de su nieto, que apenas comenzaba su formación profesional para convertirse en impresor offset. “Habría comenzado su aprendizaje en septiembre de 2016”, añade la abuela, que crió a Giuliano desde que tenía tres años. El dolor es profundo, y la tristeza de la pérdida va acompañada de los angustiosos recuerdos de aquella noche de aquella hora fatídica en la que la policía recién informó de la muerte de Giuliano a las 2:30 de la madrugada, aunque ya lo sabían horas antes.

“Su asesino actuó por desprecio por la humanidad y por racismo”, subraya Gisela Kollmann y critica la falta de apoyo de la ciudad de Múnich y de los políticos a los familiares de las víctimas en los años siguientes. En el lugar donde le dispararon a su nieto, quiere flores y una foto suya en lugar de que la gente la pisotee. Una placa conmemorativa recuerda a las víctimas del ataque, pero el dolor permanece presente no sólo en forma de recuerdos sino también a través de los problemas de salud que aquejan a la familia desde entonces.

Un lugar de recuerdo

Para brindar un recuerdo digno a las víctimas del atentado de la OEZ, se instaló una “Sala para el Recuerdo” en Bunzlauer Straße 9. La sala conmemorativa será puesta a disposición de forma gratuita por la ciudad de Múnich durante diez años y su objetivo principal es promover la sensibilización y la labor educativa sobre la violencia de extrema derecha. Al abrir la sala, Rudolf Kollmann, el padre de Giuliano, aparece emocionado. “Este espacio significa mucho para nosotros”, explica. Sibel Leyla, madre de otra víctima, subraya la importancia de este lugar para la sociedad.

La sala fue diseñada por los propios familiares y simpatizantes y se utiliza como espacio de aprendizaje para que las clases escolares eduquen sobre el racismo. A pesar de estos avances positivos, todavía existe un déficit importante: muchos familiares de las víctimas de la OEZ aún no han recibido apoyo psicológico. Mona Fuchs, concejal del Partido Verde, se disculpa por la falta de apoyo de la ciudad a los deudos. En las celebraciones del noveno aniversario del atentado se interpretará una canción de Giuliano Kollmann para recordarlo a él y a las demás víctimas.

Un problema para la sociedad en su conjunto

Los problemas resultantes de este y otros ataques similares suelen ser bastante complejos. El extremismo de derecha, incluidos los ataques brutales, se considera una de las mayores amenazas a la seguridad en Alemania. Según la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, en Alemania hay alrededor de 32.000 personas con opiniones de extrema derecha, de las cuales 13.000 están clasificadas como violentas. El aumento de los delitos de extrema derecha es alarmante: en 2020 se registraron más de 23.600 delitos de extrema derecha, incluidos más de 1.000 actos violentos.

Gisela Kollmann subraya que la sociedad también tiene la responsabilidad de evitar un mayor terrorismo de derecha. “La solidaridad y el apoyo a los familiares de las víctimas son de gran importancia”, afirma, abordando un punto central. El caso de Guiliano Kollmann y los acontecimientos posteriores muestran que es urgente abordar las causas y los efectos de la violencia de extrema derecha para prevenir tragedias de este tipo en el futuro.

El camino hacia la curación y el recuerdo no será fácil, pero la voz de los seres queridos es inconfundible y debe ser escuchada para que no se repitan crímenes similares.

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