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El paraíso de las telas en peligro: ¡el último taller de costura de Giesing busca sucesor!
Brigitte Eydig cierra sin sucesor su singular tienda de tejidos en Obergiesing-Fasangarten: un patrimonio cultural está en peligro.
El paraíso de las telas en peligro: ¡el último taller de costura de Giesing busca sucesor!
En Munich-Kreuzberg, ciudadanos preocupados y clientes fieles vigilan estos días la pequeña tienda de tejidos de Giesing. Brigitte Eydig, la propietaria de 67 años, tiene previsto jubilarse a finales de marzo de 2025. Después de más de 20 años de funcionamiento exitoso, la tienda tradicional se enfrenta a un futuro incierto porque no hay sucesor. Según un informe de tz.de Eydig describe la tienda de telas como la última de su tipo en Múnich, lo que debería dar a muchos clientes algo en qué pensar.
En el colorido mundo de Giesing hay alrededor de 3.000 tejidos diferentes y alrededor de 40.000 botones. La gama es un verdadero tesoro para las mentes creativas de la ciudad, y Eydig también tiene siempre en stock accesorios de costura especiales, como cremalleras, hilos y agujas. El tejido más caro de la tienda cuesta la friolera de 200 euros el metro, lo que subraya la calidad y exclusividad de la oferta.
Una vida para la artesanía
Brigitte Eydig ha adquirido numerosas experiencias como modista y modista de alta costura en varios teatros, incluido el Gärtnerplatztheater. Su paso al comercio minorista ha demostrado ser un éxito, aunque no se debe subestimar la presión competitiva de los grandes almacenes y los proveedores en línea. Sin embargo, observa que en tiempos económicos difíciles, es más probable que sus clientes utilicen su gama para reparar ellos mismos la ropa y así ahorrar dinero.
Pero, ¿adónde va el conocimiento y la pasión por los tejidos cuando la tienda cierra? Tras su jubilación, Eydig planea despedirse de la ciudad detrás del arco del Isar como último respeto y viajar a París para aprender allí el famoso bordado de Lesage.
Los desafíos del comercio
El problema de las empresas sin sucesión no es un caso aislado. Muchos minoristas en todo el país también enfrentan desafíos similares. El director de la Asociación Suiza de Comercio, Kaspar Engeli, explica en un artículo de Periódico comercial que las empresas tienen que operar en un entorno dinámico. El deseo de los clientes de productos y servicios individualizados es cada vez mayor y la tecnología trae consigo riesgos y oportunidades. Queda por ver qué soluciones encontrará la industria para seguir siendo sostenible.
En estos tiempos desafiantes se necesitan mentes creativas que se atrevan a dar el paso y repensar los modelos de negocio. Esto podría ser de crucial importancia, especialmente en el sector minorista, para preservar la artesanía que se ha desarrollado durante siglos.
Hasta entonces, la pregunta sigue abierta: ¿Quién salvará el paraíso textil de Giesing y continuará la tradición? El apoyo de la comunidad podría ser crucial para garantizar que el legado de Brigitte Eydig no termine.