Adhesivo climático de nuevo en Múnich: ¡bloqueo en plena hora punta!
Acciones de protesta de activistas climáticos en Munich el 9 de septiembre de 2025: Bloqueo en el cruce de tráfico de Arnulfstraße.

Adhesivo climático de nuevo en Múnich: ¡bloqueo en plena hora punta!
El 9 de septiembre de 2025, Múnich volvió a sufrir un bloqueo por parte del grupo de “pegadores climáticos” que se reunieron en el cruce de la calle Arnulfstrasse, en la esquina con Donnersbergerbrücke. La acción tuvo lugar alrededor de las 7:45 de la mañana, como en anteriores protestas de 2022. A pesar de los habituales atascos de otros años, el tráfico en la hora punta de la mañana se salvó de grandes perturbaciones, ya que merkur.de informó. La policía informó que los manifestantes pronto fueron retirados de la calle.
Los activistas de la “última generación” han aparecido repetidamente en los titulares en los últimos años debido a sus espectaculares formas de protesta. Los activistas, entre otras cosas, se pegaron a las señales de las autopistas de Munich o bloquearon plazas centrales como Stachus para llamar la atención sobre la urgencia de la protección del clima. Esta resistencia, que se ha convertido en una práctica habitual para muchos en los últimos años, también forma parte de un movimiento más amplio que, según encuestas de ARD y ZDF, muestra que el 44 por ciento de los alemanes exige medidas más rápidas para la protección del clima, pero el 85 por ciento rechaza los métodos de la "última generación". Esto lleva a una opinión dividida en la sociedad.
El contexto de las protestas
El grupo “Última Generación” se fundó en 2021 y ahora está considerado una de las organizaciones de protesta climática más influyentes de Alemania. Su objetivo es utilizar la desobediencia civil para presionar a los responsables políticos y crear conciencia sobre los urgentes problemas climáticos, como exige tagesschau.de. Ha habido varias acciones en el pasado reciente, incluyendo pegar a la gente en las señales de las carreteras y ocupar las calles centrales.
Protestas de este tipo no sólo tienen un impacto en el tráfico, sino también en la conciencia pública. Vincent August, de la Universidad Humboldt, ha descubierto que las acciones radicales a menudo no producen un efecto contraproducente negativo. Aunque el 13 por ciento de los encuestados apoya las acciones, los actuales esfuerzos de los activistas por mantener debates con los actores políticos hasta ahora sólo han tenido un éxito limitado, aunque el debate sobre la protección del clima sigue siendo urgente.
La relevancia social
Como muestra el regreso de las pegatinas climáticas, las preocupaciones de los activistas siguen siendo relevantes. Algunos ciudadanos consideran que la perturbación de la vida cotidiana causada por los bloqueos es una carga, pero los activistas sostienen que medidas tan drásticas son necesarias no sólo para atraer la atención, sino también para integrar demandas concretas en el discurso político. Estos incluyen, entre otras cosas, un límite de velocidad de 100 km/h en las autopistas y un billete de nueve euros para promover una movilidad respetuosa con el medio ambiente, como tz.de aclara.
Queda por ver cómo afectarán las acciones de la “Última Generación” a la opinión pública en el futuro y si podrán iniciar el necesario proceso de cambio en la protección del clima. Sin embargo, una cosa está clara: no habrá “negocios como siempre”. ¡De hecho hay algo ahí!